lunes, 3 de noviembre de 2008

tanto tiempo

¡Tanto tiempo!
¡Siempre tanto tiempo!
ya no se si sos la misma,
palabra que antes amaba.
El nombre tuyo,
la sed agasapada.

La nomenclatura encriptada,
en los ojos de las piedras,
en las campanas jorobadas,
y todo el tiempo,
¡tanto tiempo!
sin luz tuya,
reclamaba:

¡Epifánica!
tanto tiempo sin noticias
y tantas noticias sin tiempo,
¡Tuyas serán las horas,
en las que me deshilache el viento!

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